sábado, 26 de enero de 2013

JESÚS EN LA SINAGOGA DE NAZARET


El Señor leyó la antigua profecía de Isaías que decía: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres…». Terminada la lectura, explicó la lectura de un modo absolutamente inesperado a la asamblea que lo escuchaba con gran atención y curiosidad: “Hoy”, es otras palabras, en Él se cumplía verdaderamente aquella antigua profecía. Él se presentaba ante sus oyentes como el Mesías prometido por Dios para la salvación de su Pueblo, el Ungido con el Espíritu divino, el enviado por Dios a anunciar la Buena Nueva de la Reconciliación a la humanidad




sábado, 19 de enero de 2013

LAS BODAS DE CANÁ



En el episodio de las bodas de Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de Jesús y pone de relieve su cooperación en la misión de su Hijo.
El significado y el papel que asume la presencia de la Virgen se manifiestan cuando llega a faltar el vino. Ella, como experta y solícita ama de casa, inmediatamente se da cuenta e interviene para que no decaiga la alegría de todos y, en primer lugar, para ayudar a los esposos en su dificultad.
La exhortación de María: «Haced lo que él os diga», conserva un valor siempre actual para los cristianos de todos los tiempos, y está destinada a renovar su efecto maravilloso en la vida de cada uno. Invita a una confianza sin vacilaciones, sobre todo cuando no se entienden el sentido y la utilidad de lo que Cristo pide.
El episodio de las bodas de Caná nos estimula a ser valientes en la fe y a experimentar en nuestra vida la verdad de las palabras del Evangelio: «Pedid y se os dará»



sábado, 12 de enero de 2013

EL BAUTISMO DE JESÚS




En este año de la fe, la fiesta del Bautismo de Jesús y su experiencia de ser el Hijo amado de Dios, nos invitan a reiterar nuestra pertenencia de cristianos, bien renovando las promesas bautismales, bien con opciones semejantes a las que tuvieron Zaqueo y el ciego, que cambiaron enteramente su modo de vida y se convirtieron en discípulos emblemáticos de Jesús.
Las palabras de Dios Padre que escuchó Jesús son el secreto de su modo de vida. La certeza de saberse amado de Dios es la fuente de la que brota la confianza, el abandono, la fuerza, la obediencia, la entrega total.
El ardor, el gozo, el testimonio en la vivencia cristiana dependen de tener o no la convicción creyente de ser, como Jesús, amados por Dios, sostenidos por Él. Quienes  fuimos bautizados, hemos recibido el don precioso de la filiación divina adoptiva, y desde esta conciencia nos debería acompañar el gozo desbordante por sabernos amados en el Hijo amado.