domingo, 13 de mayo de 2018

VII DOMINGO DE PASCUA :"ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO"

En la homilía el Papa Francisco explicó que ser parte de los doce Apóstoles significa “ser testimonio de la resurrección de Jesús”. Se trata de una misión que no es individual. “Se vive de manera comunitaria, con el colegio apostólico y con la comunidad”, subrayó.

Los Apóstoles “son testigos” de la resurrección y gracias a ellos “muchos han creído”.


“También nosotros hoy fundamos nuestra fe en el Señor resucitado en el testimonio de los Apóstoles llegado hasta nosotros mediante la misión de la Iglesia. Nuestra fe está unida de forma segura a su testimonio como una cadena ininterrumpida desplegada en el curso de los siglos no solo por sus sucesores los Apóstoles, sino por generaciones y generaciones de cristianos”.

Por tanto, “todo discípulo está llamado a ser testimonio de su resurrección, sobre todo en los ambientes humanos donde es más fuerte el olvido de Dios y la pérdida del hombre”.

El Santo Padre pidió a los peregrinos que al volver a casa lleven la alegría de este encuentro con el Señor y también cultiven “en el corazón la tarea de morar en el amor de Dios, permaneciendo unidos a Él y entre nosotros, siguiendo las huellas de estas cuatro mujeres, modelos de santidad, que la Iglesia nos invita a imitar”.



domingo, 6 de mayo de 2018

VI DOMINGO DE PASCUA "COMO EL PADRE ME AMÓ,TAMBIÉN YO LOS HE AMADO.PERMANEZCAN EN MI AMOR"


“Son tantos pequeños y grandes gestos que obedecen al mandamiento del Señor: ‘Amaos los unos a los otros como yo os he amado’. Gestos pequeños, de todos los días, gestos de cercanía a un anciano, a un niño, a un enfermo, a una persona sola y en dificultad, sin casa, sin trabajo, inmigrante, refugiado. Gracias a la fuerza de esta palabra de Cristo cada uno de nosotros puede hacerse próximo hacia el hermano y la hermana que encuentra. Gestos de cercanía, de proximidad” donde “se manifiesta el amor que Cristo nos ha enseñado”.

Comentando el Evangelio del día, el Papa indicó que “Jesús ha dado la vida por sus amigos. Amigos que no lo habían entendido, que en el momento crucial lo abandonaron, traicionado y renegado”.

Así, “Jesús nos muestra el camino para seguirlo, el camino del amor. Su mandamiento no es un simple precepto, que tiene algo de abstracto o de exterior respecto a la vida. El mandamiento de Cristo es nuevo porque Él lo ha realizado primero, le ha dado carne, y así la ley del amor fue escrita de una vez para siempre en el corazón del hombre”.

El mandamiento de Cristo, dijo, está escrito “con el fuego del Espíritu Santo. Y con este mismo Espíritu, que Jesús nos dona, podemos caminar también nosotros en este camino”.

Pero se trata de “un camino concreto, un camino que nos lleva a salir de nosotros mismos para ir hacia los demás. Jesús nos ha mostrado que el amor de Dios se realiza en el amor al prójimo. Los dos van juntos. Las páginas del Evangelio están llenas de este amor: adultos y niños, cultos e ignorantes, ricos y pobres, justos y pecadores tienen acogida en el corazón de Cristo”.

Francisco indicó que “esta palabra del Señor nos llama a amarnos los unos a los otros, también si no nos entendemos, no siempre estamos de acuerdos… pero es precisamente ahí donde se ve el amor cristiano”. Este, señaló, es “un amor que se manifiesta también si hay diferencias de opinión o de carácter, pero el amor es más grande que estas diferencias”.

Se trata de “un amor redentor, liberado del egoísmo. Un amor que dona a nuestro corazón la alegría, como dice Jesús mismo: ‘Os he dicho estas cosas para que mi alegría sea en vosotros y vuestra alegría sea plena’”.