San
Pedro fue un gran amante de Nuestro Señor. Falló una vez y le negó,
todos lo sabemos y él jamás lo olvidaría. Pero después de ese
suceso penoso hizo su fuerte resolución de jamás abandonar al
Maestro. Jesús no duda del amor de su "Roca", pero le hace
un triple examen para poderle repetir tres veces cómo quiere él que
le demuestre su afecto. "Me amas. Apacienta mis ovejas".
Muchas formas ingeniosas podemos idear para manifestar nuestro amor, pero siempre será mucho más acertada aquella que nuestra persona amada nos ha confiado que le gusta más. Desde entonces San Pedro tuvo muy claro que amar a su grey -todos los cristianos- era lo mismo que amar a su Maestro, y que si quería darle su vida debía darla a sus ovejas. Lo importante siempre es hacer lo que Dios quiere y como Él lo quiere.
Muchas formas ingeniosas podemos idear para manifestar nuestro amor, pero siempre será mucho más acertada aquella que nuestra persona amada nos ha confiado que le gusta más. Desde entonces San Pedro tuvo muy claro que amar a su grey -todos los cristianos- era lo mismo que amar a su Maestro, y que si quería darle su vida debía darla a sus ovejas. Lo importante siempre es hacer lo que Dios quiere y como Él lo quiere.
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