"Hermanos míos, el
Señor me llamó por el camino de la sencillez y la humildad y por
ese camino persiste en conducirme, no sólo a mí sino a todos los
que estén dispuestos a seguirme... El Señor me dijo que deberíamos
ser pobres y locos en este mundo y que ése y no otro sería el
camino por el que nos llevaría. Quiera Dios confundir vuestra
sabiduría y vuestra ciencia y haceros volver a vuestra primitiva
vocación".
Nuestro Seráfico Padre
Francisco les insistía a sus hermanos en que amaran muchísimo a
Jesucristo y a la Santa Iglesia Católica, y que vivieran con el
mayor desprendimiento posible hacia los bienes materiales, y no se
cansaba de recomendarles que cumplieran lo más exactamente posible
todo lo que manda el Santo Evangelio. Además de vivir en fraternidad
con todas las criaturas.
"Que la paz que
anuncian con sus palabras este primero en sus corazones." ( S.
Francisco de Asís)
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