lunes, 21 de noviembre de 2011

LA CONTEMPLACIÓN EN LAS CLARISAS : Mira, considera y contempla

Mira, considera y contempla y arde en deseos de imitar a tu Esposo, el más hermoso entre los hijos de los hombres hecho por tu salvación en el más vil de los hombres” Escribe Clara en una de sus cartas a Inés de Praga.

Mirar a Jesús es la misión de la hermana pobre, pero mirar cómo Él la mira a ella, y es que cuando se experimenta como El te mira, como El nos mira a todos, la hermana se convierte en audaz intercesora por todos aquellos que aún no han experimentado que Jesús los mira, y junto con sus hermanas no deja de conocer cada día un poquito más al Señor.
Poco a poco la hermana clarisa va conociendo que dentro de ella El está, desde donde El perdona todo y hace nuevas todas las cosas. Contemplando como El lo hace todo bien y todo lo bueno, su vida no es sino alabarle y vivir en continua acción de gracias. La clarisa es una mujer que Dios se ha escogido se ha acercado a EL con un cariño inmenso para seguir haciendo su obra con esmero, en la pequeñez de esa criatura, la separa de todo, pero ella aunque oculta es: luz para todos , esperanza para los que en algún momento andan perdidos, inquieta cuando ve que hay tanta tristeza y sufrimiento en las personas y con su vida enseña el fin al que todos estamos llamados: Dios, por eso ella sufre y corre hacia Dios presentando todas aquellas cosas que hoy en día hacen al hombre y a la mujer tan infelices y que ella experimenta también en su propia vida.

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