jueves, 14 de agosto de 2014

San Maximiliano Kolbe y la Consagración a la Virgen María


La vida de San Maximiliano nos ayuda a profundizar el conocimiento de la Consagración total a la Inmaculada. 

El Padre Kolbe conocía íntimamente el misterio de la Inmaculada Concepción y su relación con Dios y con la humanidad.    María era su modelo y fue su maestra en este ideal por el cual había hecho de su vida un don a Dios, y un compromiso que consiste en obrar según la Voluntad de Dios en cada cosa.
  
La contemplación y la íntima unión con María, la Virgen en escucha, la Virgen en oración, la Virgen Madre y la Virgen oferente, pueden conducirnos, como al Padre Kolbe, a testimoniar el mensaje del Evangelio en nuestra vida.  Sí, también nosotros podemos mirar a María y al Padre Kolbe para hacer, como ellos, de nuestra vida un culto a Dios, y de tal culto, un empeño de vida, el cual consiste en hacer la Voluntad de Dios. 
"Abandónate cada día en las manos de Jesús y de la Inmaculada.  No te apenes por las contrariedades y las dificultades; déjaselo todo a la Inmaculada, ella lo puede todo: hará lo que desee" (EK 975).

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